W. S. Burroughs…
Estava lendo William S. Burroughs, uma edição que comprei em Madrid, da editora Anagrama Compendium que vem com 03 livros de uma só leva: Yonque (Junkie), El Almuerzo Desnudo (Almoço Nú) e Queer (Queer). Um bela edição, por sinal, com 540 páginas e introdução escrita por Allen Ginsberg (eterno parceiro e amigo de Burroughs).
Em uma determinada passagem do livro, encontrei uma descrição de Burroughs sobre as classes de drogas, que achei relevante compartilhar com vocês, segue então o trecho na íntegra (em versão original em espanhol).
"(…) desperté de la Enfermedad a los cuarenta y cinco años, sereno, cuerdo y en bastante buen estado de salud, a no ser por un híngado algo resentido y ese aspecto de llevar la carne de prestado que tienen todos los que sobreviven a la Enfermedad… La mayoría de esos supervivientes no recuerdan su delirio con detalle. Al parecer, yo tomé notas detalladas sobre la Enfermedad y el delirio. No tengo un recuerdo preciso de hacer escrito las notas publicadas ahora con el título de El almuerzo desnudo. El título fue sugerido por Jack Kerouac. Hasta mi reciente recuperación no compreendi lo que significaba exactamente lo que dicen sus palabras: ALMUERZO DESNUDO: un instante helado en el que todos ven lo que hay en la punta de sus tenedores.
La Enfermedad es la adición a la droga y to fui adicto durante quince años. Cuando digo adicto quiero decir adicto a la droga (termo genérico para el opio y/o sus derivados, incluyendo todos los sintéticos, del Demerol al Palfium). He consumido drogas bajo muchas formas: morfina, heroína, Dilaudid, Eucodal, Pantopon, Diocodid, Diosane, opio, Demerol, Dolofina, Palfium. La he fumado, comido, aspirado, inyectado en vena-piel-músculo, introducido en supositorios rectales. La aguja nos es importante. Tanto da que la aspires, la fumes, la comas o te la metas por el culo, el resultado es lo mismo: adicción. Cuando hablo de adicción a la droga no me refiero al kif, la marihuana o cualquier preparado de hachís, mescalina, Bannisteria caapi, LSD6, hongos sagrados, ni a ninguna droga del grupo de los alucinógenos… No hay pruebas de que el uso de algún alucinógeno produzca dependencia física. La acción de esas substancias es fisiológicamente la opuesta a la acción de la droga. El celo de los departamentos de narcóticos de Estados Unidos y otros países ha dado lugar a una lamentable confusión entre las clases de drogas. (…)
O que o autor quis dizer resumidamente é que há duas classes de drogas: as sintéticas (consideradas drogas) e as naturais (não consideradas drogas), e nessa segunda categoria está a maconha, que tanto gostaríamos que estivesse fora da categoria de drogas ilícitas na concepção judicial, mas que continua proibida em alguns países, como o Brasil. Apesar dos avanços com a liberação recreativa do uso da maconha em países como Canadá, Uruguai e muitos estados dos Estados Unidos, o processo de discriminalização ainda parece lento na América do Sul, e no Brasil o retardo parece ser ainda maior, visto que com a troca de governo o país sofre com o retrocesso político e social.